Cómo os contaba en la entrada de la
Introducción de la alimentación complementaria, los frutos secos deben introducirse antes del primer año, debido a su
alto valor nutricional, pero hay que ser muy cuidadosos con la forma en la que los introducimos. Deben estar
molidos y
cocinados para evitar el riesgo de asfixia. Este grupo de alimentos debe de formar parte de la dieta del niño con al menos unos 20 gramos, 3 veces a la semana.
Hoy os traigo una receta muy simple de galletas de mantequilla de cacahuete (aunque es una legumbre, por su composicion nutricional entra en el grupo de los frutos secos) para que podáis introducir este alimento en su dieta de forma segura.
Con sólo una galleta (ya que la mantequilla no deja de ser un concentrado)
habréis cubierto las necesidades de frutos secos de ese día, además
contienen azúcar y
lo mejor es que su consumo sea esporádico. Salen bastantes galletas, pero si las conserváis en una lata o recipiente hermético se mantienen perfectas durante varios días.