viernes, 5 de enero de 2018

La familia

Cuando por fin salimos del hospital, no queríamos meter a la niña en el coche para un viaje de 8 horas hasta nuestra nueva casa en Madrid. Así que pasamos un par de semanas en Cádiz con la familia, pero la verdad es que fue bastante duro.
Estuviésemos donde estuviésemos siempre había alguien que quería ver a la niña (y algunos no lo pedían de la mejor manera para nosotros en aquellos momentos de extremo cansancio). Es normal, lo se. Pero tras el parto y 11 días y 11 noches en el hospital, lo que queríamos era descansar y tener tiempo para conocer a esa personita que ahora formaba parte de nuestras vidas y hacernos a todos los cuidados que ella necesitaba, pero dejarnos descansar no entraba en los planes de nadie más.
Resultó de mucha ayuda tener a los abuelos para que durmieran a la niña por la noche cuando ya no podíamos más, pero los días eran agotadores. En muchas ocasiones solo quería gritar pidiendo un poco de comprensión y los únicos que entendieron y pagaron esa frustración fueron papá, y la abuela lejana... Gracias por todo el apoyo y el cariño mamá.
Lo único que puedo aconsejaros es que, aunque se molesten, seáis un poco egoístas, y a las personas que creáis que no vais a necesitar cerca en esos primeros días, les pidáis que se esperen a que les avises para que vayan a veros, habrá mucho tiempo por delante para que conozcan al nuevo miembro de vuestra familia.
Vais a necesitar intimidad (vosotras, mamás, sereis un mar de hormonas revueltas, cualquier cosa os hará llorar, reir o entrar en erupción...), tranquilidad para aprovechar los pocos momentos en los que todo este en silencio y en calma y mucho, muchiiiiiiisimo descanso, mirad por vosotros, os hará bien.

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