viernes, 26 de octubre de 2018

La hidrocefalia

Buenos días lejan@s!

Hace unas semanas, cuando os contaba lo que pasamos con #minigatita, sus pruebas médicas y demás malos ratos, os dije que os hablaría de la hidrocefalia. Sinceramente, me resultaba duro escribir sobre esto, la idea me daba ansiedad. Pero me he dado cuenta también de que es una tontería, ella está bien y escribir sobre la hidrocefalia no va a cambiar eso, y puede ayudar a otras personas a detectar el problema a tiempo.

¿Qué es la hidrocefalia?
Imagen de La Federación Española de Asociaciones de Espina Bífida e Hidrocefalia (FEBHI)

La hidrocefalia es un incremento del volumen total de líquido cefalorraquídeo en el interior del cráneo, provocando un aumento del tamaño de los espacios que lo contienen. El líquido cefalorraquídeo circula desde el interior del cerebro, donde se produce, hasta la superficie del cerebro y médula, donde se reabsorbe.
Cualquier alteración del equilibrio entre la producción y la reabsorción de líquido cefalorraquídeo puede provocar hidrocefalia. La presión de demasiado líquido cefalorraquídeo que se produce a causa de la hidrocefalia puede dañar los tejidos cerebrales y provocar una variedad de deterioros en la función cerebral.

Existen tres formas principales de hidrocefalia: 
  • La “hidrocefalia activa” con presión aumentada en las cavidades del líquido cefalorraquídeo. Se produce como consecuencia de un desequilibrio en la producción, circulación o reabsorción de líquido cefalorraquídeo. 
  • La “hidrocefalia pasiva” también conocida como hidrocéfalo “ex vacuo”, consistente en una dilatación de las cavidades de LCR por disminución de la masa cerebral.
  • La “hidrocefalia idiopática del lactante” con evolución habitual hacia la resolución espontánea con estabilización del crecimiento cefálico al final del primer año. En este cuadro se aprecia un crecimiento rápido del perímetro cefálico, provocando como único síntoma clínico una macrocefalia. Debe diferenciarse de otras causas de macrocefalia de peor pronóstico y precisan de un tratamiento específico. La velocidad en el crecimiento cefálico es el aspecto más importante del seguimiento de estos pacientes.
La hidrocefalia puede aparecer a cualquier edad, pero generalmente se presenta en bebés y en adultos de 60 años o más. El tratamiento quirúrgico para la hidrocefalia puede restaurar los niveles de líquido cefalorraquídeo en el cerebro y mantenerlos normales. Por lo general, se requieren diversas terapias para controlar los síntomas o los deterioros funcionales que se generan a causa de la hidrocefalia.

¿Cómo se manifiesta?

En lactantes, los signos y síntomas frecuentes son:
  • Una cabeza inusualmente grande.
  • Un aumento rápido del tamaño de la cabeza.
  • Desproporción entre cara-cráneo.
  • Venas craneales dilatadas.
  • Fontanela hinchada o tensa.
  • Vómitos.
  • Somnolencia.
  • Irritabilidad.
  • Falta de apetito.
  • Convulsiones.
  • Ojos fijos mirando hacia abajo y/o estrabismo.
  • Debilidad y bajo desarrollo muscular. 
  • Retrasos en el desarrollo psicomotor.
  • Respuesta deficiente al tacto.
  • Baja talla.
En niños:
  • Dolor de cabeza
  • Visión borrosa o doble.
  • Ojos fijos mirando hacia abajo.
  • Agrandamiento anormal de la cabeza de un niño pequeño.
  • Somnolencia.
  • Náuseas o vómitos.
  • Falta de equilibrio y coordinación.
  • Falta de apetito.
  • Convulsiones.
  • Incontinencia urinaria.
  • Irritabilidad.
  • Cambios en la personalidad.
  • Disminución del rendimiento escolar.
  • Retraso o problemas con habilidades ya adquiridas, como caminar o hablar.
En lactantes y niños pequeños, debes acudir con urgencia al médico si presentan llanto agudo y persistente, problemas para succionar y/o alimentarse, vómitos recurrentes sin explicación, problemas para mover la cabeza, dificultad respiratoria o convulsiones.

En adultos jóvenes:
  • Dolor de cabeza.
  • Somnolencia.
  • Pérdida de coordinación y equilibrio.
  • Incontinencia urinaria o necesidad frecuente de orinar.
  • Visión alterada.
  • Deterioro en la memoria, concentración y otras capacidades del pensamiento que puede afectar el rendimiento laboral.
En ancianos:
  • Incontinencia urinaria o necesidad frecuente de orinar.
  • Pérdida de memoria.
  • Pérdida progresiva de otras capacidades de pensamiento o razonamiento.
  • Dificultad para caminar, arrastrando los pies o sensación de tener los pies atascados.
  • Coordinación o equilibrio deficientes.
En los adultos no se incrementa el tamaño de la cabeza, porque los huesos del cráneo ya se han cerrado completamente.

¿Cómo se detecta?

Un diagnóstico de hidrocefalia, generalmente, está basado en :
  • Entrevista con el especialista sobre signos y síntomas.
  • Un examen físico general y neurológico, evaluando el estado de los músculos, reflejos, el movimiento y el bienestar, además del funcionamiento de los sentidos.
  • Pruebas de diagnóstico por imágenes del cerebro. Generalmente, ecografía para lactantes con fontanela abierta, y resonancia magnética o TAC una vez que se ha cerrado y en adultos.
En recién nacidos y lactantes se analizará el incremento del perímetro cefálico, la fontanela abultada, y la dilatación de venas craneales. Es frecuente encontrar también signos oculares. El fondo de ojos no suele mostrar signos de edema a estas edades, pero debe valorarse. 
En niños mayores es importante descartar la compresión del tronco cerebral. La parálisis y la existencia de un edema en el fondo del ojo son signos de una situación grave de hipertensión craneal, que requiere ingreso urgente.

Las pruebas de diagnóstico por imágenes del cerebro pueden mostrar el agrandamiento de unos espacios localizados dentro del cerebro llamados ventrículos, ocasionado por un exceso de líquido cefalorraquídeo.
Arriba, cerebro con hidrocefalia con ventrículos con exceso de líquido.
Abajo, cerebro sano con niveles normales de líquido.
Estas pruebas también sirven para identificar las causas de fondo de la hidrocefalia u otras enfermedades que provoquen estos síntomas. Las pruebas de diagnóstico por la imagen pueden consistir en:
  • Ecografía: Se utilizan ondas sonoras de alta frecuencia. A menudo se utilizan para una evaluación inicial en el caso de lactantes porque es un procedimiento relativamente simple y con bajo riesgo colocando el dispositivo para ecografías sobre la fontanela del bebé. La ecografía puede detectar hidrocefalia durante el embarazo si el procedimiento se utiliza durante los exámenes prenatales de rutina.
  • La resonancia magnética utiliza ondas de radio y un campo magnético para generar imágenes tridimensionales o transversales detalladas del cerebro. Esta prueba no produce dolor, pero es ruidosa y requiere que el paciente permanezca quieto. Los niños muy pequeños podrían necesitar una sedación leve para algunas exploraciones por resonancia magnética. En esta prueba, además se administra un contraste al paciente para "iluminar " el líquido que pueda estar presente y que se aprecie en las imágenes.
  • La tomografía computarizada (TAC) utiliza tecnología de rayos X especializada que puede generar imágenes transversales del cerebro. La exploración es indolora y rápida. Esta prueba también requiere que el paciente permanezca quieto, por lo que a los niños, generalmente, se les administra una sedanción leve.
Las desventajas de la tomografía computarizada comprenden imágenes menos detalladas que las de una resonancia magnética y la exposición a una pequeña cantidad de radiación. El TAC para detectar hidrocefalia suelen utilizarse como exámenes de emergencia.

¿Cuál es su tratamiento?

La hidrocefalia, generalmente se trata mediante cirugía pero, la elección del tratamiento más adecuado requiere una evaluación individualizada de cada paciente. El especialista valorará la posibilidad de optar por los fármacos, la plexectomía, la ventriculostomía endoscópica o la derivación ventricular.
El objetivo del tratamiento, sea cual sea, es evitar el aumento del volumen de líquido en los ventrículos cerebrales y controlar la presión para que no se lesione el tejido cerebral y que no se produzca deterioro cognitivo.

El tratamiento más frecuente es la derivación ventricular, que consiste es la inserción quirúrgica de un sistema de drenaje denominado derivación. Se coloca un tubo largo que generalmente, con un extremo en uno de los ventrículos del cerebro, y luego el tubo se guía bajo la piel hacia otra parte del cuerpo en la que pueda absorberse más fácilmente el exceso de líquido cefalorraquídeo, como el abdomen (la opción más común). El inconveniente de este procedimiento es que tiene una alta tasa de fallo en el funcionamiento, principalmente en el primer año, teniendo que reemplazar o revisar la derivación varias veces a lo largo de la vida.
Imagen de La Federación Española de Asociaciones de Espina Bífida e Hidrocefalia (FEBHI)

Otro tratamiento, más utilizado en recién nacidos, es la plexectomía, un procedimiento quirúrgico consistente, principalmente, en extirpar las estructuras encargadas de formar el líquido cefalorraquídeo de una zona del cerebro.

Recientemente se está aplicando la técnica de ventriculostomía endoscópica, que hace posible el tratamiento de la hidrocefalia sin la inserción de la válvula en en más de la mitad de los pacientes. El éxito depende de la causa de la hidrocefalia y puede variar entre 25 y 100%. Crea una desviación natural en el cerebro, permitiendo que el exceso de líquido salga. Es una técnica que no presenta las complicaciones de la inserción de la válvula con baja tasa de infección.
Algunas formas de hidrocefalia no requieren un tratamiento por considerarse temporales. Otras, requerirán incluso cirugía porque, a pesar de que durante muchos años se han utilizado medicamentos, los datos muestran que la efectividad es poca y con numerosos efectos secundarios.

Por lo general, las personas que padecen hidrocefalia necesitan un sistema de derivación de por vida y también requieren control periódico.

¿Puede prevenirse?

Hay diversas razones por las que el organismo puede presentar problemas para drenar el líquido cefalorraquídeo a la sangre, pero en la mayoría de los casos, se desconoce la causa exacta que provoca la hidrocefalia, por lo que no se puede prevenir.

La hidrocefalia presente al momento del nacimiento o poco después, puede producirse debido a:
  • Un desarrollo anormal del sistema nervioso central durante la gestación que puede obstruir el flujo de líquido cefalorraquídeo.
  • Un sangrado dentro de los ventrículos, posible complicación en los partos prematuros.
  • Una infección durante el embarazo, como rubéola o sífilis, que puede provocar una inflamación en los tejidos cerebrales del feto.
Otros factores que pueden contribuir al desarrollo de la hidrocefalia en todos los grupos de edad, comprenden los siguientes:
  • Lesiones o tumores en el cerebro o la médula espinal.
  • Infecciones en el sistema nervioso central, como meningitis bacteriana o paperas.
  • Sangrado en el cerebro debido a un accidente cerebrovascular (ictus) o a una lesión en la cabeza.
  • Otras traumatismos en el cerebro (caídas, accidentes de tráfico...).
A pesar de que no puede prevenirse, sí se pueden tomar medidas para reducir el riesgo:

  • Durante el embarazo, asiste a todos los controles prenatales con regularidad. Así se puede reducir el riesgo de parto prematuro, así como conocer las enfermedades que hemos pasado o de las que somos portadoras.
  • Protégete contra las enfermedades infecciosas. Sigue los programas de vacunación y hazte los análisis recomendados, para prevenir y tratar de forma temprana infecciones y otras enfermedades relacionadas con la hidrocefalia.
  • Utiliza un equipamiento de seguridad adecuado para prevenir lesiones en la cabeza. 
  • Para bebés y niños, cada vez que viajen en auto, utiliza los sistemas de retención adecuados para la edad y el tamaño, y asegúrate de que que hayan sido instalados correctamente.
  • Comprueba que todo lo que utilices para tu bebé cumpla con las normas de seguridad y sea apto para el tamaño y el desarrollo del bebé. 
  • Tanto niños como adultos deben usar cascos mientras andan en bicicleta, usan patines, moto, y cualquier vehículo en el que el pasajero se vea expuesto.
  • Los adultos deben utilizar SIEMPRE el cinturón de seguridad en el automóvil. 


Se que es un tocho de post, pero espero que la información os haya sido útil, aunque deseo que no tengáis que volver a oír hablar de esta enfermedad nunca más.
Un fuerte abrazo y ¡feliz (y fresco) fin de semana!💙

FUENTES:

1 comentario:

  1. Una información muy valiosa Casandra, la información es poder. Gracias por tu magistral clase y aportación a la educación para la salud.
    Un abrazo

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