lunes, 3 de septiembre de 2018

SII y la maternidad

Os voy a contar una de esas historias sobre médicos que pasan de ti mientras tú sabes que algo no va bien. 
Cuando estaba en la universidad, comencé con unos dolores abdominales muy fuertes, duraderos y recurrentes. Pasé por varios médicos (gracias a mis padres por no haber seguido por la seguridad social), desde un alergólogo para descartar que hubiese desarrollado nuevas alergias alimentarias hasta 3 especialistas digestivos diferentes.
El primero, tras el "prick test" y un análisis de sangre, confirmó que todo seguía igual, nada de legumbres, ni soja, ni regaliz, ni ajo... En fin.
El primer especialista digestivo me mandó una fluoroscopia (te dan una papilla de bario y te meten en una máquina un buen rato para ver como funciona tu aparato digestivo) y me diagnostico "transito intestinal acelerado". Si bien no iba desencaminado porque eso también estaba ahí, lo único que me recetó fue que masticara mejor 😒.
Meses después, en vista de que no mejoraba masticando la comida hasta el aburrimiento, y que seguían las crisis, busqué otro especialista. Este me dijo que eran gases, que evitara alimentos flatulentos y tumbarme después de comer. Le hice caso y evitaba comer todo lo que solía producirme gases (reduciendo MUCHO mi abanico de posibilidades). Aunque el dolor de gases nada tenía que ver con lo que yo sentía, le hice caso, pero tampoco mejoró la cosa.
Fue el tercer especialista el que dio con el problema que me impedía ciertos días hasta andar.

Diagnóstico: Síndrome de Intestino Irritable (o colon irritable)

Hay veces que se nota cuando a alguien le gusta su trabajo y lo hace bien, con interés del bueno.
Cuando entré en la consulta, llevaba unas ojeras que ni ahora siendo madre. Era época de exámenes y la cita me coincidió justo con una crisis (esas cosas pasan muy rara vez 😱).
Iba encorvada, porque al andar, algo me pinchaba y me presionaba bajo las costillas y en la zona donde antes estaba mi apéndice.
La conversación con este hombre nada más entrar fue:
  • Doctor: "Eres estudiante, ¿a que sí?"
  • Yo: "Ehhh... sí, ¿por? 
  • Doctor: Cuéntame, donde te duele y CÓMO es el dolor (esto segundo no lo había preguntado ninguno de los otros especialistas.
  • Yo: Pues me duele desde la zona inguinal derecha hasta todo el ancho bajo las costillas.
El se levanta, y en lugar de decirme "levántate la camiseta que voy a explorarte el abdomen" me dice 
  • Doctor: "Relajate. Voy a tocarte el cuello y los hombros, ¿vale?".
  • Yo: Mmmm, vaaalee... (Y yo pensando, ¿¿seguro que he venido al digestivo?? mientras apretaba en ciertos puntos que dolían cosa mala).
  • Doctor: "Te duele si aprieto aquí, ¿verdad?. Noto muchos nudos. Por las fechas que son... ¿estás de exámenes?
  • Yo: Sí, llevo 3 semanas estudiando.
  • Doctor: ¿Y cuando empezó esta última crisis?
  • Yo: "Pues hará un par de semanas".
  • Doctor: "Vale. Mira, yo estoy 90% seguro de lo que te pasa, pero siempre hay posibilidad de error. Te voy a mandar que te tomes desde hoy,durante un mes unas pastillas que, si es lo que yo creo, en 2 días estarás perfecta, y si no, no tendrá ningún efecto secundario. Pide cita cuando salgas para justo esa fecha. ¿Tienes alguna alergia, incluido algún medicamento?...
Empecé a recitarle la lista casi interminable de mis alergias y me fui a casa confusa y poco convencida, pero ya estaba harta de ese dolor que no me dejaba estudiar, ni comer ni dormir y me tomé las pastillas.
Efectivamente, como el díjo, a los dos días no había ni rastro de dolor. Pasé un mes estupendo, sin dolores. Hice mis exámenes, aprobé todo, y volvía a poder comer y dormir como la gente normal.
Cuando volví a verlo, me explicó que sufría de síndrome de intestino irritable desencadenado por estrés. Que probablemente ya fuera algo crónico que me acompañaría toda la vida, y que aparecería en épocas en las que algo me generara estrés, pero que tomando ese tratamiento cada vez que sufriera una crisis, en 24-48 horas estaría bien. Os parecerá mucho tiempo, pero después de pasar de 3 a 4 semanas doblada de dolor, ¿qué son 2 días?...
Si el tratamiento no hubiese funcionado me hubiese hecho otras pruebas, pero en vista de mi estado, el quiso descartar primero el mal más probable.

Qué es el Síndrome de Intestino Irritable

Es un trastorno del intestino grueso que cursa con dolor y con alteraciones del transito intestinal. Es dos veces más común en mujeres que en hombres y suele presentarse antes de los 45 años, generalmente durante la adolescencia. 
Su causa no se conoce con exactitud. Puede darse por estrés o por otros trastornos como enfermedades bacterianas o parásitos.
No hay pruebas específicas para diagnosticarlo, y generalmente se hacen otras para descartar enfermedades con síntomas similares, como la celiaquía o la enfermedad de Crohn.
Se dice que una persona tiene SII cuando los síntomas se dan al menos 3 días en un mes durante un período de 3 meses o más.

Síntomas de Síndrome de Intestino Irritable

Los síntomas comunes de este síndrome son:
  • Dolor abdominal intenso y localizado.
  • Gases.
  • Vientre hinchado y sensación de "estar lleno".
  • Pueden darse estreñimiento o diarrea, y pueden alternarse.
Suelen "desaparecer" o aliviarse tras ir al baño y pueden durar de varias semanas a un mes. Desaparecen o disminuyen durante un tiempo tras la crisis pero finalmente reaparecen. 

Tratamiento del Síndrome de Intestino Irritable

El tratamiento, generalmente, consiste en aliviar los síntomas.
En mi caso, este especialista me recetó unas pastillas que regulaban los espasmos intestinales, ayudando a que la digestión no fuera tan lenta y que los movimientos fueran regulares, eliminando el agravante de la fermentación de los almidones y por tanto, los gases que causan la inflamación y el dolor.
Después de la segunda visita, también me recomendó una dieta como la del segundo especialista, baja en alimentos flatulentos (lo que incluye patatas, pasta y pan de harinas blancas y arroz blanco poco cocido), rica en fibra y que bebiese bastante agua.

El Síndrome de Intestino Irritable y el embarazo

El día que empezamos a plantearnos ser padres, este problema presentó un gran dilema para mí, ya que en principio, el tratamiento no era compatible con el embarazo. DRAMA.
Pero me aventuré a pesar de arriesgarme a tener que sufrir dolores durante semanas, y sorprendentemente, no tuve ninguna crisis durante el embarazo, y eso que no me faltó estrés.
Esto fue gracias a la progesterona, que en teoría relaja los músculos, eliminando en mi caso los efectos del estrés (en teoría porque es una enfermedad que aun tiene muchos aspectos que se desconocen y se están estudiando).
No tengo muchas fotos de mi tripa durante el embarazo, pero esta es una de esas pocas y me encanta 💘
Pero esto no es lo común. Generalmente las mujeres con SII sufren durante el embarazo crisis más frecuentes y molestas que antes de quedarse embarazadas. Debido a la reubicación de los órganos y a las hormonas que provocan digestiones más lentas, los síntomas suelen acentuarse. Al ralentizarse la digestión, es común que se acumulen gases y que muchas embarazadas presenten también estreñimiento. El estreñimiento es muy común en el embarazo, pero en mujeres con SII las molestias son mayores.
A veces durante el primer trimestre, debido a la presencia de otros síntomas y a que el útero aun no ocupa tanto, los síntomas son menos evidentes, pero ya a finales del 2 trimestre y durante el tercero pueden llegar a ser muy molestos.
Algunos hábitos que pueden ayudar con esos síntomas son el descanso adecuado, beber suficiente agua, andar bastante (excepto en casos en los que el ginecólogo lo haya desaconsejado) y suplementos de fibra soluble.
Evita consumir infusiones para aliviar las molestias ya que muchas de las hierbas que se consumen para las molestias digestivas están contraindicadas en el embarazo. Y como siempre NADA DE HOMEOPATÍA.

El Síndrome de Intestino Irritable y la lactancia.

Tengo que reconocer que a mi no me informaron bien, y esta enfermedad, junto con los broncodilatadores, fueron los que condenaron mi lactancia.
El principio activo de los tratamientos más comunes es el "Bromuro de Pinaverio". Mi ginecologa y mi matroma me dijeron que con ese compuesto y los broncodilatadores no podía dar el pecho. Lo acepté, me resigné y alimenté a mi hija con leche de fórmula. 
Hace unos meses, descubrí gracias a una publicación de Madresfera la plataforma e-lactancia.org. Triste la hora en la que me dio por buscar el nombre de los dos medicamentos...
Resultó que ambos eran compatibles, el broncodilatador con riesgo muy bajo y el del SII con riesgo bajo.
Incluso la pediatra a la que llevo a #minigatita me dijo que durante las crisis de SII podría haber optado por sacarme la leche un par de días antes de comenzar con las pastillas y congelarla para darle los biberones a la peque y haber desechado la de los días de tratamiento, sin haber puesto en riesgo la lactancia. 
Nuestra experiencia con la lactancia artificial la verdad no ha sido mala, no voy a mentir, y esta pediatra me apoyó mucho a no sentirme mal por haber hecho caso a especialistas desactualizados. Pero me entristece no haber tenido más información en su momento.
Recuerda, siempre que te receten un medicamento, consulta primero esa web, ha salvado muchas lactancias.

Mi Síndrome de Intestino Irritable hoy

La verdad es que, después de dar a luz, las crisis tardaron más de un año en volver a mi vida. Al principio temía que el tratamiento no fuera eficaz, por si algo había cambiado en mi cuerpo tras el embarazo. Pero fui al medico de familia que tengo aquí en Madrid y tras tomarme las pastillas el primer día, el segundo casi habían desaparecido los síntomas.
Gracias a este tratamiento puedo cuidar de mi hija todos los días y hacer vida casi normal. Tengo que tener cuidado con lo que como y evitar fuentes de estrés, algo MUY complicado aquí en Madrid, pero hago lo que puedo... Y cada vez que me da una crisis recuerdo a ese doctor de trato seco y bigotudo que hizo las preguntas adecuadas y estuvo dispuesto a escuchar y a probar para que pudiera encontrarme mejor. 

5 comentarios:

  1. A mi mis médicos me tienen loca. Hace años que tengo esos mismos dolores que tu describes. Todos hicieron diagnósticos, pero ni uno me hizo alguna prueba (bueno uno si, una ecografía abdominal y una revisión ginecóloga). El primero dijo que era SII, pero yo seguía encontrándome fatal. Cambié de médico y me dijo que era estrés por selectividad que ya se me pasaría. Otro me dijo que eran gases y que era un hipocondríaca (no lo dijo así pero más o menos). La última me ha dicho que es intolerancia a la lactosa, desde que he eliminado la lactosa me encuentro mucho mejor, pero no del todo... así que no se yo... Volveré una vez más, para ver si me hace las pruebas de una santa vez.

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    1. Este hombre como cuento no me hizo pruebas por así decirlo. Él vio que era MUY probable el SII y probó con las pastillas para ese síndrome. Por lo que me contó, como no hay prueba específica, siempre intenta descartar primero que sea eso, pero dentro de lo malo, tambien es lo menos malo, y mejor encontrar una solucion pronto para algo tan molesto. Su siguiente teoría era la celiaquía.

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  2. A mi es que me marean mucho, para cada uno tengo una cosa diferente y mientras tanto yo encontrándome mal sin saber exactamente qué me pasa.

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  3. Madre mía, corazón! Menos mal que encontraste a un médico que ama su profesión, trabaja a gusto y con ganas!!! Me alegro mucho por esto y porque la medicación te siga haciendo el efecto que debe!! ^^
    Una pena lo de la lactancia... pero realmente no estabas bien informada e hiciste lo que era mejor para tu peque manejando aquellas informaciones.
    Un abrazo enorme, preciosa!!

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  4. Este síndrome SII lo tiene desde la adolescencia mi hermano. También le ocurrió que le hacían una prueba tras otra, dietas, etc. Pero nadie le encontraba el motivo de los intensos dolores. Por fin un médico le descubrió lo que tenía, desde entonces por lo menos puede estar tranquilo y sobrellevarlo con la medicación. Es una suerte encontrar a quien te acierte en el diagnóstico, ya lo creo!

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