lunes, 9 de abril de 2018

La ansiedad por separación y las "mantitas" de apego

Entre los 8 y 10 meses, semana arriba o semana abajo, los peques entran en una etapa en la que empiezan a entender que son seres individuales, que ellos y mamá son partes independientes. Esto les lleva a desarrollar la conocida "ansiedad por separación". Durante esta fase, suelen llorar desconsoladamente cada vez que sales de la habitación o dejan de verte, quieren estar en brazos o tener contacto contigo todo el tiempo y empiezan a extrañar cuando los coge alguien que no les es familiar (o mejor dicho, alguien que no sea mamá o papá), incluso siendo personas con las que ya tenían trato, pueden empezar a despertarse por la noche llorando y que les cueste dormirse si no estáis cerca.
Es una etapa difícil, pero por suerte, también es pasajera. Necesitan que seáis comprensivos, cariñosos y pacientes, al fin y al cabo aun dependen totalmente de vosotros, y esta "ansiedad" es muy importante para el desarrollo emocional del bebé, porque significa que está adquiriendo nuevas capacidades y conocimientos. Ahora son capaces de asociar que si llega la niñera (por ejemplo), mamá y papá se van y que ellos son los que les dan protección y cuidado, lo cual le hace sentir inseguro y vulnerable porque aun no comprende que volveréis pronto.

Para ayudarle a sobrellevar esta fase, no es malo que le demos la atención que pide. Podéis llevarle con vosotros a todas partes, y si tenéis que separaros de él/ella, despediros al iros y saludadle al llegar, para ayudarle a entender que siempre volvéis a su lado.
En estos meses es cuando de verdad empiezan a ser útiles los juegos de escondite como "¿dónde esta mamá?". Escondiéndoos detrás de una gasa o su mantita y apareciendo, ellos empiezan a comprender que aunque no os puedan ver, aun estáis ahí. Si sales de la habitación, sigue hablándole, igual que cuando juegas, para que sepas que no le has abandonado.
Como solo quieren estar con mamá y papá, es normal que entren en berrinche cuando un extraño (o no tan extraño) les coge en brazos o "invade" su espacio. Hay que hacer entender a las visitas que forzarlos es contraproducente, que el bebé primero debe acostumbrarse a su presencia y su propia curiosidad hará el resto. También podéis acercaros a saludar con el bebé en brazos, para que el se sienta más seguro.
No hagáis caso a las típicas frases de los mayores como:
  • "Le estas malcriando, por eso no quiere estar con nadie". 
  • "Está enmadrado porque lo tienes siempre en brazos". 
  • "Eso es culpa de cogerlo siempre que llora". 
  • "Como lo dejáis dormir con vosotros y sois tan blandos no quiere a nadie más".
  • "Como lo cogéis siempre que llora, él os controla y debería ser al revés, dejadlo llorar"
  • "Llora para haceros chantaje"....(Esta es mi favorita, porque con solo 9 meses la gente piensa que el bebé es un conspirador profesional) 
Eso son TONTERIAS. La ansiedad por separación es una fase normal, necesaria y le ocurre a TODOS los bebés, ya sea más o menos acentuada, porque también depende de la personalidad del bebé, que ya se va definiendo.

Un objeto que puede seros muy útil durante esta etapa son las "mantitas" de apego o doudous.
En realidad este objeto no tiene porque ser una manta, los bebés pueden coger cariño a cualquier objeto que huela a mamá/papá. Hay bebés que le cogen cariño a una gasa, una manta normal o algún peluche, y suelen utilizarlos durante años, hasta que ellos mismos se sienten preparados para estar "solos".
Generalmente, los papas dormimos con estas mantitas un par de noches para que huelan a nosotros, y después se las damos al bebé en la cuna, y como huelen a nosotros, ellos sienten que estamos a su lado, se relajan y se duermen tranquilos y seguros. Suelen acabar bastante sucios, manchados con todo tipo de "sustancias", pero por suerte se pueden lavar facilmente en la lavadora. Tras cada lavado volved a dormir con ellos y devolvédselo a bebe. Durante este tiempo, es adecuado que tengáis dos doudous iguales para que el bebé no note su ausencia. Tarde o temprano ya no hará falta que huela a vosotros, si no que será el objeto en si lo que de seguridad al niño, tanto es así que querrá llevarlo con él a todas partes. Por eso también es útil tener dos iguales (o más), porque los niños son propensos a perder cosas 😅.
Como os decía, no siempre son estas mantitas a lo que el niño coge cariño. #Minigatita, por ejemplo, no tiene problemas para dormir, pero tiene un cariño especial a un juguete que cuando llora y se lo damos, se calma. Estando en su hamaquita, se lo enganchamos al cinturón y mientras está ahí le gusta acariciarlo y mordisquearlo y ella tan feliz. Es un elefante de trapo de Fisher-Price que le compramos cuando tenía dos meses (casi era más grande que ella), fue su primer juguete y cómo siempre ha estado con ella le tranquiliza tenerlo cerca, incluso lo llevamos cuando vamos de viaje.
Es blandito y tiene diferentes texturas para estimular el desarrollo sensorial del bebé, además tiene colgado un sonajero y una mariposa con las alas de tela para que las muerdan. Y en una de las dos orejas tiene un espejo en el que le encanta mirarse y se ríe al verse.

7 comentarios:

  1. mi hija mayor no les hizo ni caso a las mantias pero anda con su peluche, pero a la peque le encantaban!

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  2. Es un momento difícil y tenemos que ser pacientes. La verdad es que yo lo pasé fatal durante ese tiempo, porque me sentía la peor madre del mundo por ir a trabajar y que ella llorara porque me iba. Nunca le hizo caso ni a las mantitas ni doudous, ahora tiene un muñeco preferido para dormir.

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    1. La verdad es que se tiene que pasar fatal. Yo solo me he separado de ella en un par de ocasiones, y como se quedaba con la familia no echaba muchas cuentas, pero yo me sentía horrible... al final el peluche lo necesitaba yo jajaja

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  3. Que importantes son esta mantitas o doudous, o peluches de la infancia, los calman y tranquilizan, mi madre me decía dejale a la niña una camiseta o jersey tuyo sentirá tu olor y se quedara tranquila y funcionaba sobretodo cuando no podía dormir. Un abrazo.

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    1. Yo le ponía de recién nacida una camiseta mía debajo de su sábana, para que no se enredara porque se movía MUCHÍSIMO, y la verdad es que dormía super bien también. Un abrazo guapa!

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  4. A la mía le pasa igual. Ella pasa el día conmigo, y mientras yo esté no hace caso a su juguete, pero si la dejo en la hamaca mientras limpio o le preparo la comida, lo abraza jajaja

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